Safari Constanza

Historia de Safari Constanza: Descubriendo el Tesoro del Valle Encantado del Caribe

En lo más profundo de la República Dominicana, enclavado entre majestuosas montañas y exuberantes valles, se encuentra Constanza, un rincón mágico que parece haber sido esculpido por las manos mismas de la naturaleza. Este paraíso es el hogar de Safari Constanza, una empresa de excursiones locales que ha estado llevando a los visitantes a descubrir los tesoros ocultos de esta región desde mediados de 1995.

"El Origen: La Visión de Don Johnny"

Todo comenzó con un hombre apasionado llamado Juan Marún Tactuk Concepción, cariñosamente conocido como Don Johnny. Don Johnny era un nativo de Constanza, un verdadero amante de su pueblo y un visionario que creía en el potencial turístico de su hogar. Su viaje comenzó en su modesto restaurante, donde recibía a los visitantes y compartía con ellos las maravillas naturales y culturales de la región. La demanda creció, y con ella, nació la idea de Safari Constanza.

"Un Viaje de Aventura y Descubrimiento"

Las excursiones de Safari Constanza llevan a los turistas a explorar los encantos de Constanza y sus alrededores en vehículos todo terreno, superando terrenos difíciles para descubrir los tesoros escondidos de la región. Entre los destinos más destacados se encuentran el Salto de Aguas Blancas, la cascada más alta de las Antillas, y la Pirámide en el Parque Nacional Juan Bautista Pérez Rancier, un área natural de belleza incomparable.

Además, los visitantes tienen la oportunidad de admirar el Monumento al Divino Niño desde lo alto de una montaña, disfrutar de las Piedras Letradas en el Valle del Silencio y explorar las callejuelas llenas de historia de Constanza. La experiencia se completa con visitas a invernaderos y viveros, donde los turistas pueden conocer de cerca la rica tradición agrícola de la región, famosa por su producción de ajo y flores.

"Un Servicio Inigualable"

Lo que distingue a Safari Constanza es su compromiso con la excelencia en el servicio. La empresa se enorgullece de ofrecer a los turistas no solo la oportunidad de explorar los tesoros naturales y culturales de la región, sino también una experiencia completa y segura. Los visitantes son recibidos con un exquisito almuerzo criollo en el restaurante Antojitos d Lauren, y disfrutan de brindis con café constancero, una delicia local que cautiva los sentidos.

Los vehículos están conducidos por choferes experimentados, garantizando un viaje sin contratiempos, mientras que la caseta safari proporciona seguridad y comodidad a los turistas durante el trayecto. Safari Constanza se enorgullece de su capacidad para manejar grandes grupos, incluso habiendo recibido en un solo día a más de 480 visitantes, todos los cuales regresaron con recuerdos imborrables de su experiencia en el Valle Encantado del Caribe.

"Constanza: Más que un Destino, un Tesoro Nacional"

Constanza no es solo un destino turístico; es un tesoro nacional en la República Dominicana. Además de ser conocido como la "Capital del Mountainbike", Constanza se destaca como el principal productor agrícola del país, siendo famoso por sus cosechas de ajo y flores que adornan los campos con una paleta de colores vibrantes.

Además, Constanza es un centro de turismo religioso, con el imponente Monumento al Divino Niño que atrae a peregrinos y turistas por igual. Los amantes de la aventura y la montaña encuentran su paraíso aquí, mientras que los entusiastas de la cultura se sumergen en la rica historia del pueblo, marcada por eventos históricos que han dejado una huella imborrable en la región.

En resumen, Safari Constanza no solo es una empresa de excursiones; es un embajador apasionado de las maravillas de Constanza y un catalizador para que los visitantes descubran el tesoro oculto que yace en el corazón del Valle Encantado del Caribe. Cada recorrido, cada aventura y cada sonrisa reflejan el legado de servicio y dedicación dejado por su fundador, Don Johnny, quien soñó con compartir la magia de su pueblo con el mundo.

Vive la experiencia de conocer Constanza, escríbenos!