Inicio Arte y cultura La Infidelidad Femenina: Entre la Biología y la Construcción Social

La Infidelidad Femenina: Entre la Biología y la Construcción Social

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Desde una perspectiva psicológica, la infidelidad femenina constituye un fenómeno multifactorial que desafía explicaciones simplistas. Contrario a estereotipos populares, la toma de decisiones en la mujer no sigue un patrón lineal «corazón-cabeza-sensaciones», sino que integra componentes cognitivos, emocionales y contextuales de manera simultánea. La neurociencia contemporánea demuestra que la oxitocina —denominada «hormona del vínculo»— mantiene su presencia a lo largo de la vida, aunque su expresión puede modularse mediante experiencias relacionales. La plasticidad cerebral permite la reorganización de los patrones de apego, invalidando la noción de un «agotamiento» del potencial vinculante.

El constructo social de la «mujer fácil» revela un sesgo de género profundamente internalizado. Estudios sobre estigmatización evidencian que las mujeres juzgan más severamente a sus congéneres, reproduciendo esquemas patriarcales que penalizan la sexualidad femenina. Esta dinámica responde a mecanismos de auto-preservación dentro de estructuras sociales competitivas, donde el valor percibido se correlaciona con la escasez sexual aparente. La supuesta «ventaja inicial» femenina se deconstruye al analizar cómo los mandatos sociales limitan el ejercicio autónomo de la sexualidad, creando una paradoja entre el deseo individual y las expectativas colectivas.

Las experiencias relacionales previas configuran estrategias afectivas posteriores, pero no determinan irreversiblemente la capacidad de vinculación. La teoría del apego sostiene que los modelos operantes internos pueden modificarse mediante experiencias correctivas, desmintiendo la hipótesis de una pérdida progresiva e irreversible de la capacidad de compromiso. La infidelidad emerge frecuentemente como síntoma de desconexión emocional, búsqueda de validación o mecanismo de afrontamiento ante relaciones insatisfactorias, nunca como consecuencia inevitable de una «depleción biológica».

Más Allá del Determinismo Reduccionista

Comprender la infidelidad femenina exige trascender narrativas biologicistas que ignoran la agencia humana y la complejidad de los vínculos contemporáneos. Las mujeres navegan constantemente entre sus necesidades emocionales, los condicionamientos sociales y su derecho al placer, dentro de un entramado donde cada decisión contiene múltiples capas de significado.

La verdadera liberación comienza cuando dejamos de analizar las conductas femeninas a través de lentes deterministas y reconocemos que la sexualidad humana —en toda su expresión— merece ser entendida desde la interseccionalidad, el respeto y la profundidad que caracteriza la experiencia humana auténtica.

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