Constanza. – En una reciente carta dirigida al director de Diario Libre, un lector preocupado, Juan José Castilla, expone una situación que muchos en Constanza conocen, pero pocos se atreven a denunciar con tanta claridad. Su mensaje, aunque breve, revela un problema que va más allá de la negligencia: se trata del incumplimiento descarado de las leyes ambientales y la falta de acciones concretas para remediar sus consecuencias.
La tragedia que pudo evitarse
El 6 de junio de 2024, una lluvia intensa de 114 mm cayó sobre Constanza. El agua, represada por un puente mal diseñado y obstruido, inundó zonas de La Vega, llevando caos y destrucción. Las autoridades, en lugar de asumir responsabilidades, culparon al cambio climático y a la ciudadanía por «ensuciar el campo». Sin embargo, como bien señala Castilla, el verdadero problema tiene nombre y apellido:
- Descoordinación institucional: MMA, alcaldía y MOPC actúan como si el problema no les concerniera.
- Falta de transparencia: No se informa a la ciudadanía sobre las medidas correctivas ni los responsables de los permisos irregulares.
- Riesgo latente: Sin canalización adecuada ni retiro de sedimentos, la próxima lluvia fuerte podría repetir la tragedia. Quizás y Dios no lo quiera sobre el Rio Pantuflas o en Rio Tireo, donde la combinación de todos los factores mencionados lo han llevado prácticamente a desaparecer.
La carta de Castilla no es solo una queja; es un llamado a la acción. Las leyes ambientales no son sugerencias, sino herramientas para proteger vidas y ecosistemas. Si las instituciones siguen evadiendo su deber, casos como este se repetirán, y las víctimas serán siempre los mismos: los ciudadanos que pierden sus hogares y la naturaleza, que cobra el precio de la impunidad.
¿Qué podría hacerse?
- Exigir auditorías independientes sobre permisos de construcción en zonas de riesgo.
- Demandar sanciones ejemplares a quienes autorizaron estos proyectos ilegales.
- Movilizar a la comunidad para monitorear y denunciar nuevas irregularidades.
El lector tiene razón: no basta con aplaudir las sanciones del MMA cuando hay casos flagrantes de omisión. La verdadera defensa del medio ambiente comienza con la aplicación rigurosa de la ley. Constanza — y todo el país — merece respuestas.
¿Has sido testigo de situaciones similares? La voz de los ciudadanos es clave para exigir cambios. Comparte tu experiencia o escribe al autor de esta carta para sumar fuerzas.
NOTA: Texto basado en la carta publicada en Diario Libre por Juan José Castilla. Adaptación narrativa con fidelidad al contenido original.
- Construcciones ilegales: Viviendas recientes se alzan dentro del área inundable del río Constanza, violando el artículo 129 de la Ley 64-00 y la Resolución N.º 0005-2017, que exigen una franja de protección de 30 metros en las riberas de los ríos.
- Sedimentos abandonados: Tras la inundación, los sedimentos extraídos del cauce se dejaron amontonados junto al río, en lugar de ser trasladados a un vertedero. ¿Falta de recursos o simple negligencia?
- Inacción persistente: Un año después, ni el Ministerio de Medio Ambiente (MMA), ni la alcaldía, ni el MOPC han corregido estos errores. Peor aún, no hay sanciones para los responsables.
- Falta de limpieza del rio y de los canales: que le debería corresponder al INDRHI.
La ley existe, pero no se aplica
Castilla no solo identifica el problema, sino que recuerda a las autoridades sus obligaciones legales. Las normas están escritas, pero su incumplimiento parece gozar de impunidad. ¿De qué sirven las leyes si no se hacen cumplir? La situación del puente y el río Constanza es un ejemplo más de un patrón recurrente:
- Descoordinación institucional: MMA, alcaldía y MOPC actúan como si el problema no les concerniera.
- Falta de transparencia: No se informa a la ciudadanía sobre las medidas correctivas ni los responsables de los permisos irregulares.
- Riesgo latente: Sin canalización adecuada ni retiro de sedimentos, la próxima lluvia fuerte podría repetir la tragedia. Quizás y Dios no lo quiera sobre el Rio Pantuflas o en Rio Tireo, donde la combinación de todos los factores mencionados lo han llevado prácticamente a desaparecer.
La carta de Castilla no es solo una queja; es un llamado a la acción. Las leyes ambientales no son sugerencias, sino herramientas para proteger vidas y ecosistemas. Si las instituciones siguen evadiendo su deber, casos como este se repetirán, y las víctimas serán siempre los mismos: los ciudadanos que pierden sus hogares y la naturaleza, que cobra el precio de la impunidad.
¿Qué podría hacerse?
- Exigir auditorías independientes sobre permisos de construcción en zonas de riesgo.
- Demandar sanciones ejemplares a quienes autorizaron estos proyectos ilegales.
- Movilizar a la comunidad para monitorear y denunciar nuevas irregularidades.
El lector tiene razón: no basta con aplaudir las sanciones del MMA cuando hay casos flagrantes de omisión. La verdadera defensa del medio ambiente comienza con la aplicación rigurosa de la ley. Constanza — y todo el país — merece respuestas.
¿Has sido testigo de situaciones similares? La voz de los ciudadanos es clave para exigir cambios. Comparte tu experiencia o escribe al autor de esta carta para sumar fuerzas.
NOTA: Texto basado en la carta publicada en Diario Libre por Juan José Castilla. Adaptación narrativa con fidelidad al contenido original.