Por Ramón Núñez (Idel Moro)
SANTO DOMINGO. — El Partido Revolucionario Moderno (PRM) enfrenta una encrucijada histórica: perder ahora significaría dilapidar el capital político acumulado en tres campañas consecutivas (2016, 2020, 2024). Ya no habrá apoyo gratuito como antes.
Cuando el PRM era oposición, militantes como este servidor —PRDista en la UASD, luego PRMista— invertimos recursos propios creyendo en un proyecto. Hoy, con Luis Abinader en la presidencia, el partido corre el riesgo de descubrir que el respeto se agota cuando se olvida a quienes lo construyeron desde abajo.
Abinader: ¿Empresario o líder político?
Basta recordar: un PRM fuera del poder perdió elecciones. Ahora, el presidente repite que «esto no es un botín», pero nombra a figuras de otros partidos mientras ignora a los suyos. Un partido no es una empresa privada. La gente no asiste a mítines por estética: exige trabajo político y lealtad.
La lección de Hipólito vs. La deuda con la base
«Hipólito gobierna para todos sin olvidar a los suyos», se dice. Mientras, el grito de la base PRMista es claro: «Luis, ya votamos por ti dos veces. Ahora vota por nosotros».
Ramón Núñez (Idel Moro) es periodista y analista político con trayectoria en movimientos progresistas.