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Comunicadores dominicanos “le bajan el fuego a la estufa” tras detención del detective Ángel Martínez

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Por Luis Hidalgo, comunicador independiente

Santo Domingo – La detención del detective y comentarista Ángel Martínez ha generado un cambio perceptible en el ecosistema mediático dominicano. Comunicadores y figuras públicas han comenzado a adoptar un tono más mesurado en sus intervenciones, fenómeno que analistas describen como «bajarle el fuego a la estufa» – una metáfora local que alude a la moderación del lenguaje y las opiniones.

Un punto de inflexión en los medios

El caso Martínez ha desencadenado un debate nacional sobre:

  • Los límites entre libertad de expresión y responsabilidad civil
  • La necesidad de sustentar denuncias con evidencia verificable
  • El impacto de los linchamientos mediáticos en la vida privada

«La sangre verbal en la comunicación está tomando otro rumbo. Ya no basta con ser viral; ahora se exige veracidad y disposición a asumir consecuencias legales», señaló un analista jurídico consultado.

Contexto legal y autorregulación

Este episodio coincide con discusiones legislativas sobre una nueva ley de comunicación digital que busca:

  1. Establecer parámetros éticos para contenidos en plataformas digitales
  2. Combatir la desinformación sin caer en censura
  3. Proteger tanto el derecho a informar como el honor ciudadano

Mientras el Congreso debate esta normativa, muchos comunicadores están:


✔ Revisando sus formatos para priorizar el rigor informativo


✔ Evitando acusaciones sin sustento probatorio


✔ Distanciándose del sensacionalismo

Balance necesario

Expertos advierten que el desafío es complejo:

  • Por un lado, evitar que el caso se convierta en precedente censurador
  • Por otro, frenar prácticas de difamación sistemática en redes

«El país necesita medios valientes pero responsables, y una justicia que proteja tanto la verdad como la dignidad», subrayó Hidalgo.


Este análisis refleja un momento clave para el periodismo dominicano, donde la autorreflexión profesional podría marcar el inicio de una nueva etapa más equilibrada.

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