Por Dayvi López Vargas
La Trinitaria fue un movimiento muy efímero, y el único miembro fundador de la sociedad «secreta» que se refirió a la referida organización, lo fue el prócer José María Serra de Castro en sus «Apuntes para la historia de los Trinitarios, fundadores de la República Dominicana», quien detalló claramente quienes fueron los miembros fundadores.
Dicha organización, según él, no pasó de doce miembros. Luego algunos escritores agregaron a Matías Mella y a Francisco del Rosario Sánchez. Resulta que Rosario Sánchez fue pro anexión a Francia o «afrancesado», seguidor de Buenaventura Báez, quien fue masón de la logia de Duarte. (Ni siquiera la hermana de Juan Pablo Duarte, Rosa Duarte, conocía dicha organización).
Los generales españoles se refirieron a que el patricio Juan Pablo Duarte fue líder del Partido Nacional, pocos teóricos de nuestro Estado han profundizado en la génesis de dicho partido. Por qué motivos, no lo sabemos, pero debemos tratar de escudriñar sobre la verdad.
La francmasonería dominicana fue crucial para la independencia. El único pacto firmado por casi doscientos hombres, fue el Manifiesto del 16 de Enero que fue encabezado por Tomás Bobadilla, Francisco del Rosario Sánchez, Matías Ramón Mella, mientras Pedro Santana y su hermano figuraron al final. Muchos han llevado el secretismo, a la Historia Nacional.
La Independencia surge del Manifiesto y figuran entre los firmantes reconocidos masones. Sus firmas están de a puño y letra; ahí no figura la firma de Juan Pablo Duarte. Luego del 27 de febrero de 1844, todos los funcionarios del gobierno fueron aquellos firmantes del Manifiesto. Ahí había trinitarios, febreristas, franceses, africanos, italianos, españoles y de sectores hateros que lucharon contra un enemigo en común: los haitianos.
El secretismo, los asuntos sociales y la táctica de agregar de a tres miembros, son políticas masónicas. Según diarios internacionales, en el país existieron al menos, cinco partidos. Al observar algunas fuentes, el partido de Juan Pablo Duarte triunfó. Debe investigarse el significado de partidos para la época. Según diarios haitianos había uno pro Colombia.
Resulta extraño que la «trinitaria» era una flor venezolana, de Curazao y no dominicana. Que Duarte estuvo en Venezuela mucho tiempo y que Santana llamaba «El Colombino» a Duarte. Si a esta literatura se le agrega que usaban la flor para diferenciarse, entonces, la sociedad necesita una restructuración de su historia nacional, dónde la mayoría de bustos y fotos, ni siquiera son los de Duarte.
Las uniones de logias lograron unificar el sentimiento e identidad del pueblo dominicano contra los haitianos; pero, no resulta imprudente decir que para 1838, todavía Boyer controlaba toda la isla y que, Charles Herald Ein logró apoyo de Duarte. Si Herald logró apoyo de Duarte, dichos movimientos apoyaron —en sus inicios—, la causa de Herald, no la independentista.
Ningún historiador es capaz de mostrar las firmas de a puño y letra de dicha organización. Nos dicen que fue de a tres que se fueron uniendo sus integrantes, por lo que resulta poco probable que existiese el secreto. Si existió, entonces la Trinitaria duró muy pocos días.
La literatura de un grupo de escritores dice que fue sustituida por otras formas de organizaciones menos revolucionarias como La Filantrópica y Dramática. Las últimas eran más abiertas e inclusivas, sin embargo, según mis fuentes la Dramática fue el nombre de un conocido teatro de la época.
El conocimiento de la verdadera historia dominicana del siglo XIX se hace necesario. Las nuevas generaciones de historiadores e investigadores deben continuar aportando datos académicos y sin pasiones. No puede ser efectiva una organización, que si por si acaso existió, duró pocos días, quizás, algunas horas. Deben mostrar pruebas de lo que han afirmado por años…