Por: Marcel Calcaño Fonfrías
“Aunque sea una casita de madera y zinc. Si hay amor y paz, hay un hogar”. Esta frase refleja una realidad tangible para casi la mitad de la población dominicana.
Una realidad estadística
Según la Oficina Nacional de Estadísticas (ONE, 2024), el 47.5% de los hogares dominicanos tienen techos construidos con madera y zinc. Esta cifra evidencia la gran demanda de madera que existe en el país como material fundamental para la construcción de viviendas.
Riqueza forestal nacional
Parte de la riqueza natural de la nación se encuentra en sus bosques, donde predomina el pino criollo (Occidentalis), una especie maderable reconocida por su alta calidad y notable resistencia, características que la hacen ideal para proyectos de construcción.
Gestión forestal responsable
Como respuesta a esta demanda nace la herramienta de los Planes de Manejo Forestal, diseñados para que los dominicanos podamos hacer un uso sostenible de nuestros recursos naturales sin afectar negativamente al medio ambiente. Las autoridades competentes son sumamente exigentes en la aprobación de estos proyectos, implementando rigurosos criterios de evaluación que incluyen la protección de cuerpos de agua y limitan la explotación a solo el 35% del inventario forestal disponible. Ante cualquier infracción, se aplican sanciones que pueden incluir desde multas económicas significativas hasta la cancelación definitiva de los proyectos.
Soberanía forestal y accesibilidad
Resultaría ilógico desaprovechar nuestra madera para depender de importaciones de otros países, ya que esta dependencia elevaría sustancialmente los costos del material. Este encarecimiento haría casi imposible que las personas de menores recursos económicos pudieran acceder a un techo digno donde vivir con sus familias.
El principio de sostenibilidad
“La sostenibilidad es la práctica que incita hacer un uso de nuestros recursos naturales mejorando la calidad de vida de todos en la sociedad, propulsando la economía nacional y garantizando los recursos de las generaciones venideras”. Este principio fundamental es una filosofía que todos debemos adoptar como sociedad.