Cuando se mantienen relaciones sexuales con alguien, se inicia un complejo proceso energético. Se produce un intercambio de energías entre ambas personas, activándose el chakra sexual que se carga con la energía del otro. Durante la unión, también se activa el chakra raíz de ambos participantes, facilitando que sus auras se fusionen para crear una gran energía áurica compartida.
Huella Energética y Kármica
Al separarse, permanece en cada persona una huella energética y kármica resultante de esa unión sexual. Cuantas más relaciones se mantengan con una misma persona, más profunda se vuelve la conexión y mayor es la carga de energía que se intercambia.
Esta conexión explica por qué puedes percibir a distancia el estado de tu compañer@ actual, así como recordar intensamente a exparejas o personas con quienes hayas intimado. El problema de mantener encuentros sexuales inconscientes y carentes de amor reside en que toda esa carga energética de utilizar y ser utilizad@ se almacena en el área genital, condicionando futuros encuentros de similar naturaleza: furtivos, sin amor y sin vínculo genuino. Esta dinámica altera tu vibración energética y crea lazos con múltiples personas, arrastrando karma negativo de todas las parejas previas que esas personas hayan tenido, en una cadena potencialmente infinita.
Proyección Energética hacia los Chakras Superiores
Posteriormente, la energía concentrada en los dos primeros chakras se proyecta hacia los chakras superiores mediante un flujo ascendente natural. Este proceso impregna todo tu ser con dicha energía, afectando todos tus chakras superiores, órganos y finalmente llegando hasta tu cerebro. Esta es la razón por la cual el sexo inconsciente y promiscuo puede distorsionar tu visión de la vida, del amor y de la sexualidad.
Consecuencias del Intercambio Energético
Para expresarlo con mayor claridad: en cada relación sexual adquieres parte de la energía de la otra persona. Si te relacionas con personas densas, inconscientes, carentes de luz y amor, o emocionalmente inestables, eso es exactamente lo que incorporas a tu sistema energético; de eso te llenas y te «nutres» vibratoriamente.
Como consecuencia, tu forma de ser se transforma, llegando a un punto donde nada te produce felicidad auténtica, incluso cuando existen razones objetivas para sentirla. Si la otra persona cometió acciones que marcaron negativamente su karma, tú también adquieres parte de ese karma, atrayendo así más experiencias negativas hacia tu vida.
El Intercambio Energético Positivo
Por el contrario, si mantienes relaciones con alguien consciente, lleno de luz y amor, que mantiene su energía limpia y elevada, se genera un maravilloso intercambio de energía positiva para ambos. Esta conexión permite que ambas personas se eleven mutuamente en amor y consciencia.
La energía combinada del amor y la sexualidad es tan poderosa y transformadora que hace vibrar a los participantes en frecuencias tan elevadas que pueden alcanzar estados expandidos de conciencia.
Es importante reconocer que muchos hemos tenido experiencias de sexo casual, aventuras o decisiones impulsivas. No se trata de buscar culpables, sino de entender que muchas acciones se realizan desde la inconsciencia. La buena noticia es que siempre es posible cambiar cuando se toma la decisión consciente de hacerlo.