Por Dayvi López Vargas
Nos llena de orgullo escribir sobre uno de los más grandes y «guapos» líderes de la historia dominicana del siglo XX. Pocos militares han tenido el arrojo y la valentía del Coronel Francisco Alberto Caamaño.
Durante mucho tiempo se ha considerado a Caamaño como «guerrillero», sin embargo, en la práctica no fue así. El presidente dominicano Dr. Joaquín Balaguer en el año 1967 declaró que, «el Sr. Caamaño no sabemos dónde está», al parecer según comentó, se creía estaba en Cuba.
El Dr. Balaguer en ningún momento firmó la cancelación del “El coco mayor” como así fue nombrado Caamaño por las fuerzas regulares. El seudónimo del líder insurrecto de Playa Caracoles lo fue «Román». Tampoco un consejo de guerra y sin el debido proceso o el respeto al derecho internacional humanitario.
El Gral. (R) Raúl Almonte Lluberes manifestó en entrevista, de que él siendo teniente jefe del pelotón de reconocimiento, logró capturar a Caamaño y garantizarle el estatus de coronel y el respeto al derecho de prisionero de guerra. Destacando que luego el contralmirante Ramón Emilio Jiménez y el Gral. Juan René Beauchamps Javier, le dieron trato de guerrillero, el mismo Caamaño le da énfasis al acuerdo con el teniente; sin embargo, resultó ser «crónica de una muerte anunciada».
No existe pruebas de que el Dr. Balaguer ordenó la muerte, lo que se puede entender que por lo menos lo dejó a la suerte de fuerzas externas y la lucha geopolítica por exterminar focos guerrilleros en América y por sus propios compañeros de armas. Recordamos que El Che y Caamaño corrieron con la misma suerte y con los mismos métodos de tortura y ejecución.
No hay pruebas de que el Dr. Joaquín Balaguer Ricardo, haya acordado que «no había cárcel suficiente para encerrar a Caamaño». El Doctor dijo que su padre fue su amigo y dejó eso a las fuerzas que se encargaron de perseguirlo y a sus compañeros de armas. Balaguer le propuso vía un emisario garantía de su vida y se dedique a ganarle en la política, dijo que no.
El coronel Caamaño fue líder antiimperialista de gran valor al desafiar la primera potencia mundial. Sus acciones de Caracoles, aunque no fueron del todo legales, pero han sido y fueron muchas las denuncias de fraudes electorales en los «Doce Años», que tampoco es un método legal.
El coronel Caamaño no se puede considerar, en teoría, guerrillero, por no haberse cancelado el nombramiento de las fuerzas armadas y así imponer un estatus distinto y no fue establecido o condenado por una autoridad militar o civil competente.
Desde ya debe emplearse los términos, «insurrecto» o «coronel rebelde», que son quienes dentro de una fuerza participa en una insurrección. El movimiento insurrecto se define como:fuerzas armadas disidentes o grupos armados organizados que, bajo la dirección de un mando responsable, ejercen sobre una parte del territorio de un Estado un control tal que les permite realizar operaciones militares sostenidas y concertadas.
En este caso, lo que da autoridad es el hecho del Dr. Balaguer no haber cancelado a Caamaño, convirtiéndolo en insurrecto, como lo fue Chávez en Venezuela, Seineldin en Argentina y el propio Luperón en nuestra República Dominicana. De hecho, un uso incorrecto del término guerrillero, pues la guerra de guerrillas es una estrategia militar utilizada de la misma forma por fuerzas regulares ante ejércitos superiores.
Otro aspecto a destacar que legítima el método de lucha de Caamaño lo fue, la acción del doctor José Francisco Peña Gómez quien estuvo vinculado al reclutamiento de militantes del PRD para enviarlos a entrenarse en Cuba con Caamaño. A la hora de la verdad, Caamaño no tuvo ese respaldo. Esas declaraciones fueron dadas por Napoleón Núñez Paulino quien se reunió con Peña y existen documentos que respaldan su versión.
De igual forma, el profesor Juan Bosch, líder del PLD, este sentido, se encontraron documentos que pueden implicar la participación del expresidente profesor Juan Bosch “como uno de los inspiradores” del desembarco ocurrido.
Los documentos e informes de las Fuerzas Armadas comprometen al profesor Juan Bosch como uno de los instigadores “de la trama contra la paz pública”.
Después de 49 años, el juzgado de primera instancia de San Jose de Ocoa, declaró que el «Coronel Caamaño» murió a causa de homicidio, según consta el acta numero B496-2022SAUT245. Fue ejecutado en Nizaito, sección la Horma, San Jose de Ocoa.
El propio Gral. Almonte Lluberes manifestó que luego de ser entregado el prisionero, los que presenciaron el hecho le dijeron que lo ametrallaron y gritó: «¡Que viva Santo Domingo libre!»
Concluiremos, primero, pidiendo formalmente al Sr. Presidente de la República, así como al Ministerio Público el esclarecimiento de este hecho, ya que el crimen de guerra no prescribe; segundo, el ascenso a teniente general (por haber dirigido el país y las Fuerzas Armadas) e indulto post mortem, así como al pago de por vida a sus familiares de la pensión acorde a su investidura…