Imagina una procesión donde los penitentes llevan capuchones puntiagudos, otro lugar donde la gente teje alfombras de flores con sus propias manos, y hasta un pueblo donde los huevos no son de chocolate… ¡sino que ¡se los tiran a la cabeza! La Semana Santa se vive de mil formas curiosas alrededor del mundo.
España: El Silencio que Habla
En Sevilla, las procesiones nocturnas son tan solemnes que hasta el aire parece contener la respiración. Los «costaleros» cargan pesadas imágenes religiosas durante horas, mientras el olor a incienso lo llena todo. Lo más curioso: algunos llevan zapatos especiales para no hacer ruido al caminar.
Guatemala: Alfombras Efímeras
En Antigua, las calles se convierten en obras de arte vivas. Familias enteras pasan noches enteras creando coloridas alfombras de aserrín, flores y frutas. Al amanecer, las procesiones las atraviesan… ¡y en minutos desaparecen para siempre!
Filipinas: Fe Extrema
En algunas aldeas, los devotos se crucifican de verdad (con clavos incluidos) como acto de penitencia. Mientras, en Pampanga, hombres corren descalzos flagelándose la espalda hasta sangrar. La Iglesia no lo aprueba, pero la tradición sigue viva.
Bermudas: Kites & Cruces
Aquí la Semana Santa se celebra ¡volando cometas! La tradición dice que representan la ascensión de Jesús al cielo. Los bermudeños pasan días decorando cometas gigantes con formas de cruces y ángeles.
Grecia: La Guerra de los Huevos
En Corfú, el Sábado Santo la gente lanza ollas de barro desde los balcones (¡pum!), mientras en otro pueblos juegan a romper huevos rojos. El que logra mantener el suyo intacto tendrá buena suerte todo el año.
Desde el recogimiento más profundo hasta las celebraciones más coloridas, la Semana Santa nos muestra que la fe puede vestirse de mil formas. Ya sea entre lágrimas, flores o cometas, lo importante es lo que llevamos dentro.
¿Cuál de estas tradiciones te gustaría vivir?