Colaboración de: Raudy Cruz
El huracán David, en agosto de 1979, fue uno de los ciclones tropicales más devastadores que haya azotado la República Dominicana y otras islas del Caribe. Con vientos máximos sostenidos de 282 km/h (175 mph) y una presión mínima central de 924 milibares, este sistema de categoría 5 en la escala Saffir-Simpson se intensificó rápidamente en aguas del Atlántico tropical antes de impactar directamente la isla La Española.
Impacto y consecuencias en la República Dominicana
El huracán tocó tierra en la costa sureste de República Dominicana el 31 de agosto de 1979, provocando lluvias torrenciales, inundaciones catastróficas y deslizamientos de tierra. Se estima que el fenómeno causó la muerte de más de 2,000 personas, dejó cerca de 300,000 damnificados y generó pérdidas económicas equivalentes a más de 1,000 millones de dólares de la época. Además, destruyó aproximadamente 70% de las cosechas nacionales, incluyendo importantes plantaciones de caña de azúcar, café y cacao, sumiendo al país en una crisis alimentaria y económica sin precedentes.
Legado y lecciones aprendidas
Este evento se consolidó como el desastre natural más significativo en la historia dominicana del siglo XX, impulsando la revisión y modernización de los protocolos nacionales de protección civil y gestión de riesgos. La magnitud de la destrucción llevó a la implementación de sistemas de alerta temprana más robustos y a una mayor inversión en infraestructura resiliente ante fenómenos climáticos extremos.