“Todo el mundo debe inventar algo, la creatividad reúne varias funciones psicológicas importantes para la reestructuración de la psique. Lo que cura, fundamentalmente, es el estímulo a la creatividad. Ella es indestructible y está en todas partes”.
Con estas palabras de la Dra Nise Da Silveira, primera psiquiatra carioca y pionera en la introducción del arte en la terapia ocupacional en las instituciones mentales brasileñas, inició el panel de expertos en neurociencias de CognitivaRD integrado por la Dra Marcia Castillo, Neuróloga, los neuropsicólogos Jocelyn Duran y Alejandro Mariñez y el psicólogo infantojuvenil Anderson Batista, en el marco del segundo Festival de Escritura Dominicana y un grupo de asistente bastante heterogéneo interesados en el tema Creación, Arte y emociones: una mirada desde la neurociencia y al equilibrio emocional a través del arte.
La primera parte fue abordada por la Dra Castillo, quien sumarizó los aspectos histórico-sociales y antropológicos del hombre frente a la creación con cuestionamientos tan sencillos, pero medulares para el tema como ¿cuándo el ser humano empezó a crear? ¿por qué y para qué creamos arte? Castillo puntualizó que el instinto prometeico ha estado en el hombre desde el albores de la humanidad como forma de trascender y trascenderse. Por su parte, la Lic. Duran abordó la eterna contradicción entre genio, ingenio y locura, personajes de la historia con afecciones neuropsiquiátricas que han sido grandes creadores, pero por otro lado aquellos en los que su obra y arte ha sido su cable a tierra, una suerte de faro en los momentos oscuros, finalizó su discurso con una frase de Camus: «Si el mundo fuera claro, el arte no existiría”. Uno de los momentos más exultantes del panel fue el tópico de las emociones, la neuroplasticidad, la resiliencia y reivindicación del aprendizaje emocional a cargo del Lic. Alejandro Mariñez, quien actualmente cursa un Doctorado en emociones.
El cierre del panel estuvo a cargo del paidopsicólogo Anderson Batista, este debatió sobre los diferentes cambios emocionales que experimentan los niños y adolescentes y el valor de la crianza positiva, recalcó que criar también es arte, porque se va construyendo con partes de uno mismo y en ese proceso también hay devoción, inspiración, balance y, un poco de dolor. El epítome del arte es criar un hijo, porque también el padre, de alguna forma, se está cocreando dijo Batista quien también es miembro de CognitivaRD.