En la República Dominicana, la instalación de tanques de Gas Licuado de Petróleo (GLP) en negocios como panaderías, hoteles, restaurantes y otros establecimientos es una práctica común. Sin embargo, detrás de muchas de estas instalaciones mal gestionadas se esconde un peligro inminente: tanques mal instalados, inspecciones incompletas o permisos irregulares que no solo violan las normativas, sino que también exponen a comunidades enteras a riesgos innecesarios.
A menudo, hemos observado cómo ciertos cuerpos de bomberos realizan inspecciones, emiten permisos e incluso cobran por estos servicios sin la debida autorización o coordinación con los ayuntamientos, una práctica que no solo es ilegal, sino que mina la confianza en las instituciones responsables de velar por la seguridad ciudadana. Este artículo busca esclarecer las fallas en el sistema y llamar a los propietarios de negocios y autoridades a actuar con responsabilidad y transparencia.
La instalación de tanques de GLP está regulada por una serie de leyes y normativas diseñadas para garantizar la seguridad de las comunidades. Entre las más relevantes destacan:
- Ley No. 57-07: Regula el manejo de hidrocarburos y establece directrices técnicas.
- Ley No. 176-07: Otorga a los ayuntamientos la facultad de supervisar las actividades comerciales, incluyendo la instalación de tanques de GLP.
- Reglamento Técnico del MICM: Especifica los estándares técnicos para el manejo del GLP.
- Código Nacional de Protección Contra Incendios: Regula inspecciones y certificaciones, en coordinación con los bomberos.
- Normas del MOPC: Detallan los requisitos estructurales para instalaciones seguras.
Aunque este marco legal es robusto, su cumplimiento está lejos de ser ideal. Los propietarios de negocios, los cuerpos de bomberos y los ayuntamientos no siempre actúan en coordinación, dejando vacíos legales que pueden costar vidas.
Una de las principales irregularidades en el proceso es la actuación de algunos cuerpos de bomberos que, sin consultar ni coordinar con los ayuntamientos, emiten permisos y cobran por servicios de inspección, violando la Ley No. 176-07. Esto no solo representa un acto ilegal, sino que desvirtúa el propósito de las normativas: garantizar instalaciones seguras y bien reguladas.
Las consecuencias de estos actos pueden ser devastadoras. Tanques mal instalados o no supervisados adecuadamente aumentan el riesgo de explosiones e incendios que dañen vidas y propiedades. Además, los negocios pueden enfrentar sanciones administrativas, cierres forzosos y un impacto social y económico significativo en las comunidades afectadas.
El cumplimiento de las normativas es un deber compartido entre propietarios de negocios y autoridades. Para evitar irregularidades y tragedias, es fundamental que los propietarios gestionen sus permisos exclusivamente a través del ayuntamiento y eviten pagos directos a cuerpos de bomberos sin la debida autorización. Por su parte, los cuerpos de bomberos deben actuar dentro de sus competencias legales, coordinando inspecciones con los ayuntamientos y evitando emitir permisos de manera independiente. Los ayuntamientos deben centralizar y supervisar el proceso, garantizando que todas las instalaciones cumplan con las normativas técnicas y de seguridad.
Para corregir estas prácticas y prevenir tragedias, se proponen las siguientes medidas:
- Centralización de permisos: Todos los trámites deben gestionarse exclusivamente a través del ayuntamiento, asegurando que cada paso esté validado por las instituciones correspondientes.
- Supervisión coordinada: Bomberos, Planeamiento Urbano y otras entidades deben trabajar de manera articulada para evitar irregularidades.
- Capacitación de actores clave: Tanto autoridades como propietarios de negocios deben recibir formación en normativas de seguridad y legales.
- Sanciones ejemplares: Se deben establecer penalidades severas para aquellos que actúen fuera de los procedimientos legales.
Cada tanque de GLP instalado sin los controles adecuados es una potencial “bomba de tiempo”. Las autoridades y propietarios de negocios tienen la responsabilidad de proteger a las comunidades, actuando con transparencia y diligencia.
¿Estás seguro de que tu tanque de GLP cumple con las normativas y que todos tus permisos son válidos? ¿Se está cumpliendo con esta obligación y los tanques de GLP instalados en los negocios del municipio cuentan con los permisos correspondientes y la debida articulación institucional para garantizar una instalación segura? ¿Sí o no?
«Es hora de cerrar las brechas y trabajar juntos para garantizar un entorno seguro y regulado. Porque la prevención de tragedias no es solo un deber, sino una muestra de respeto por la vida y el bienestar de nuestras comunidades».
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